"Literatura juvenil. ¿Qué es madurar?" por Leerte13
Publicado por Tríada Ediciones en
No es un misterio que cuando se está en los últimos años de la universidad/instituto/etc., o los primeros años tras insertarse en el mundo laboral/maternidad/paternidad/etc., el tiempo para la lectura es lo que menos nos queda. Eso es porque aparecen nuevas prioridades y además, ya no nos podemos dar "el lujo" (porque cuando te tienes que levantar todos los días a las 6 am, el tiempo pasa a ser un lujo) de quedarte toooda la noche leyendo un libro y al día siguiente seguir con otro. El cuerpo sinceramente no aguanta.
Y, como verán, leer se hace complicado, por lo que algunos lectores comienzan a “filtrar” sus lecturas o a preocuparse de la calidad o "tiempo de calidad" que les brinda leer. En mi caso, antes leía todo lo que podía, ahora que tengo menos tiempo, trato de leer solo cosas que me gustan y es por ello que a veces me toma más tiempo decidir qué leeré versus lectura en sí (¿les ha pasado?). Esto, junto con la llegada del streaming, las maratones de series, la pandemia y las variadas alternativas y plataformas de lectura digital, como la BPDigital, Wattpad y Storytel, etc., incrementan las opciones y comienzas a “vitrinear” más que a leer en sí.
Es en toda esta vorágine de opciones y contenidos diversos en que te cuestionas tus propios gustos y en especial a darte cuenta de que relatos, géneros y/o autores que antes amabas, ahora no “te llenan” o te vuelves más crítico con lo que consumes y ya no sientes culpa por “dejar un libro a medias” o simplemente reconocer que algo que visualizas que a “todo el mundo” le encanta, a ti no.
Esto último me ha pasado con varios libros "moda" de literatura juvenil. Algo que me pasa es que he leído sagas muy populares, que al momento de terminarlas pienso: "si hubiera leído esto cuando tenía menos de 25 años (actualmente tengo 34), tal vez lo hubiera disfrutado. Ahora siento que perdí mi tiempo". Así también me he encontrado odiando a las protagonistas (la mayoría de las sagas juveniles tiene protagonistas mujeres. Raro ¿no?), ya que no logro identificarme con ellas, por las decisiones que toman o las situaciones que vivencian. Entonces termino, aparte de decepcionada, muy molesta. Pero si hago el ejercicio retrospectivo, es muy probable que logre empatizar con las decisiones y acciones de una protagonista de unos 16-17 años enfrentada a una situación que creo, ninguna de nosotras ha vivido. Entonces es obvio que el problema no es el libro, sino que soy yo como lectora.
¿Será esto madurar lector?¿ o simplemente me volví más odiosa? Me veo recorriendo mi librero, tomando libros casi desgastados de tanto releerlos cuando estaba en el liceo, recordar sus tramas y lo feliz que me hicieron en su momento, pero que ahora no tengo ganas de releer, ya que siento que hay un sinnúmero de opciones más para leer y con nuevas experiencias que vivencias. Eso sí, no negaré que de vez en cuando caigo en alguna saga juvenil y he logrado disfrutarla, pero ya no con el fervor fanático del pasado, sino con la sensación de que pasé un buen momento visitando mundos y vidas que ya no viviré o que viviría de otra forma.
En conclusión, reiterar que no hay libros “malos” en el sentido de que muchas veces he leído y visto cómo se visualiza a la literatura juvenil como “inferior” o “de baja calidad”, sino más bien es que siento que hay un libro(s) para cada tipo de lector y que si tú ya no disfrutas leyendo algún tipo de literatura, no es porque necesariamente esta sea mala, sino que está pensada para otro tipo de público o lector, que es algo a tener en cuenta al momento de escoger la siguiente lectura.
Tampoco es malo reconocer que nuestro gusto cambió y ahora disfrutamos o vibramos con otras cosas. Mal que mal, la gracia de leer es explorar nuevos mundos y entre ellos, también explorar géneros, autores que antes no me había atrevido a leer o no tenía acceso y ¿por qué no?, leer en otros idiomas. Y si eres una persona que se considera adulta y sigues disfrutando de leer novelas juveniles, genial también, si al final pienso que madurar como lector implica varias cosas, entre ellas definir qué es lo que me gusta y darme el tiempo para explorar opciones si así lo quiero. No siempre la culpa es del libro, a veces uno como lector simplemente no enganchó o no es para ti y no es malo reconocerlo.
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- Etiquetas: Lectura, Leer, Literatura juvenil
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